INTOLERANCIA HEREDITARIA A LA FRUCTOSA O FRUCTOSEMIA Vs. MALABSORCIÓN A LA FRUCTOSA.

La Intolerencia Hereditaria a la Fructosa  (IHF) o Fructosemia es un trastorno autosómico recesivo del metabolismo de la fructosa, producido por el déficit de la enzima encargada del metabolismo de la fructosa (Aldolasa B). Este error genético provoca que al ingerir fructosa, ésta es absorbida por las células intestinales pero el organismo es incapaz de metabolizarla correctamente y se acumula en un producto intermedio de la degradación de la fructosa que es tóxico para el organismo. Se estima que su prevalencia en Europa es de 1/20.000.

Suele presentarse durante la lactancia, cuando se empieza a incorporar en la dieta de los lactantes la fructosa (fruta, papilla de cereales…), manifestándose en forma de hipoglucemias, deshidratación, acidosis lácticas, disfunción hepática, cetosis con vómitos recurrentes, dolor abdominal y manifestaciones sistémicas tras la ingesta de este azúcar. Su ingesta mantenida puede desencadenar en retraso en el crecimiento, hepatomegalia, fallo hepático y renal y en algunos casos hasta coma y muerte.

El tratamiento nutricional consiste en la exclusión de fructosa de la dieta, siguiendo una dieta en la que no se consuma más de 2 gramos al día, evitando todo tipo de alimentos que contengan fructosa, sacarosa (glucosa + fructosa) y  sorbitol. Estos azúcares se encuentran presentes de forma natural en frutas, verduras y miel o bien son añadidos a muchos productos manufacturados como por ejemplo pastillas de caldo, alimentos enlatados, galletas saladas, etc. Se debe de tener atención también con ciertos preparados farmacológicos (jarabes, preparados de vitaminas y minerales, fórmulas de nutrición enteral e infusiones intravenosas con sustitutos de glucosa como sorbitol, fructosa o levulosa) y fórmulas para lactantes, así como “alimentos dietéticos” especialmente alimentos para diabéticos, ya que suelen incluir fructosa o sorbitol.

 

Desde Ámaco Salud os dejamos una tabla con los alimentos permitidos y no permitidos en la IHF.

 

GRUPO DE ALIMENTOS ALIMENTOS PERMITIDOS ALIMENTOS NO PERMITIDOS
 

 

 

 

Verduras y hortalizas:

Acelgas, alcachofas, brócoli, espinacas, patatas viejas, setas, champiñones.

Consumo limitado: apio, berros, brotes de soja, berza, calabaza, calabacín, coliflor, escarola, endivias, lechuga, nabo, pepino, puerro, rábano, guisantes y patata nueva. (COCIDAS Y SIN UTILIZAR EL AGUA DE COCCIÓN).

Berenjena, cebeolla, cebolleta, chirivía, col, coles de bruselas, espárragos, judías verdes, maíz, pimiento, remolacha, tomata, zanahoria.
Legumbres: Alubias, garbanzos, lentejas. Las demás.
Cereales y derivados: Avena, arroz, maíz, trigo, centeno y derivados de los mismos. Cereales integrales y derivados, salvado. Harinas de soja.
Frutas y frutos secos Ocasionalmente: aguacate, pipas de calabaza, pipas de girasol, zumo de limón, zumo de lima, aceitunas maduras. Todas las demás, así como sus zumos y demás productos que las contengan.
Carnes, pescados y huevos: Carnes, pescados y huevos frescos. Alimentos procesados (fiambres, embutidos, patés…).
 

 

 

Lácteos y derivados:

Leche entera, semidesnatada y desnatada, quesos curados, queso fresco, yogurt natural o edulcorado con aspartamo o sacarina, nata, leche en polvo sin fructosa, sacarosa o sorbitol. Leche condensada, leche de soja, nata en aerosol, batidos, helados, yogurt de frutas y yogurt edulcorado con sacarosa.
Aceites: Aceites vegetales, mantequilla y margarina.
 

 

 

Miscelánea:

Agua, infusiones (en estado puro: manzanilla, te, tila), cacao, café.

Condimentos (hierbas aromáticas, mostaza, sal, vinagre).

Levadura.

Jarabe de glucosa, glucosa, maltosa, maltodextrina. Aspartamo, sacarina, acesulfame K y ciclamato.

Bebidas alcohólicas, zumos comerciales.

Salsas (mayonesa, kétchup…).

Cubitos de caldo, salsas de tomate y sopas de sobre.

Cereales de desayuno y bollería.

Caramelos, chocolates, chiches

 

 

La Malabsorción de Fructosa es una patología más común que afecta a más de un 30% de la población. En este caso, las células intestinales no son capaces de absorber totalmente la fructosa, lo que ocasiona síntomas gastrointestinales (diarrea, gases, náuseas o dolor abdominal) que no son iguales en todos los pacientes, ya que depende el grado de absorción de fructosa de cada paciente y por lo tanto el tratamiento dietético debe ser distinto.

El tratamiento dietético en este caso no consiste en la exclusión sino en la restricción total o parcial de fructosa, dependiendo en cada caso según el grado de intolerancia. Si la intolerancia es total la dieta a seguir debería ser similar a la de IHF, por el contrario si la intolerancia es parcial, que es lo más frecuente, se puede consumir fructosa en una cantidad moderad.

 

SHEILA MARTIN ARROYO

Graduada en NUTRICIÓN Y DIETÉTICA HUMANA.