¿SABES QUE ES LA ENFERMEDAD CELIACA Y CUAL ES SU TRATAMIENTO?

La Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN) define la Enfermedad Celiaca (EC) como un “trastorno sistémico mediado inmunológicamente, provocado por la ingesta de gluten y prolaminas relacionadas. Se caracteriza por la presencia de una variable combinación de manifestaciones clínicas dependientes del gluten, anticuerpos específicos de la enfermedad, haplotipos HLA- DQ2/DQ8 y enteropatía”. Produciéndose por ello, un defecto en la utilización de nutrientes a nivel del tracto digestivo, con repercusión clínica y funcional que depende de la edad y situación fisiopatológica del paciente. Puede presentarse a cualquier edad en sujetos genéticamente predispuestos con un carácter permanente, manteniéndose a lo largo de la vida.

Hasta hace dos décadas la EC era considerada una enfermedad poco frecuente, pero actualmente su prevalencia ha aumentado, afectando a todos tipo de razas con una prevalencia mundial media de en torno al 0.25 – 1% (1 de cada 100 – 400 personas). En lo referente a España la prevalencia es del 1%, aunque el 75% de la población no está diagnosticada. La EC afecta tanto a niños como a adultos y la relación mujer varón es de 2:1. Existen dos picos de edades en los cuales aumenta el número de diagnósticos: en niños entre 1 – 3 años y en adultos entre 30 – 50 años. También existen grupos de riesgo en los que la prevalencia es muy elevada, como por ejemplo familiares de primer grado (4.2 – 5.5%), pacientes con Diabetes Mellitus tipo 1 (3.5 – 10%), pacientes con Síndrome de Down (4 – 19%), etc.

En cuanto a su tratamiento, no existe tratamiento farmacológico para la EC, la única actitud terapéutica es la realización estricta y de por vida de una dieta exenta de gluten. Existen dos patrones de alimentación: el de “exclusión” lo que supone la eliminación de la dieta de todos los productos que contienen proteínas de gluten, en particular los que incluyen harinas de cebada, centeno, avena, trigo, triticale, espelta y kamut. O el patrón de “sustitución”  de alimentos con gluten por los denominados “Productos Sin Gluten” (PSG).

La dieta sin gluten (DSG) se basa en el consumo de alimentos frescos y naturales que no contienen gluten en su composición como leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y tubérculos, además de cereales permitidos como arroz, maíz y patatas, legumbres y diversos pseudocereales (amaranto, trigo sarraceno, mijo, quinoa, sorgo…), combinándolos entre sí de forma variada y equilibrada, aportando todos los nutrientes necesarios para el paciente según su edad, la etapa evolutiva de la enfermedad y la situación de gravedad.

Para poder seguir una dieta sin gluten adecuada y reconocer los alimentos que potencialmente podrían contener gluten a continuación os dejamos un listado:

 

CLASIFICACIÓN DE LOS ALIMENTOS SEGÚN SU CONTENIDO EN GLUTEN

  ALIMENTOS SIN GLUTEN ALIMENTOS QUE PUEDEN CONTENER GLUTEN ALIMENTOS CON GLUTEN
Cereales y tubérculos Maíz, arroz, patata, tapioca, mandioca, mijo, alforfón, quinoa, amaranto, sorgo, trigo sarraceno, teff. Harina de maíz, harina de arroz.

Productos preparados (patatas fritas, puré de patata…)

Trigo, centeno, cebada, avena, triticale, kamut, espelta, trigo silvestre.

Productos derivados (pan, galletas, pasta…) de éstos cereales o sus harinas (sémola, bulgur, germen de trigo, salvado de trigo…).

Verduras y hortalizas Todas las naturales. Platos precocinados (menestras, purés de verduras, parrilladas de verduras…). Verdura empanada o enharinada.
Fruta y frutos secos Todas las frutas  naturales y todos los frutos secos crudos. Frutos secos fritos y tostados con sal. Fruta seca enharinada (higos secos…).
Legumbres Todas las naturales. Conservas de legumbres.  
Lácteos y derivados Leche y derivados (queso, requesón, nata, yogures naturales, cuajada). Cremas, flanes, pudin, batidos de leche comerciales, postres lácteos (natillas, arroz con leche, petit-suisse…), yogures de sabores o con trozos, cuajada de sobre, quesos fundidos, en porciones, de untar o de sabores. Yogur con cereales o con galletas.
Carnes y derivados Todas las carnes y vísceras frescas,  congeladas o en conserva al natural.

Cecina, jamón serrano, jamón cocido de calidad extra.

Embutidos, fiambres y productos de charcutería.

Conservas de carne.

Jamón cocido.

Patés.

Carnes empanadas, enharinadas o con salsas con gluten.
Pescados, mariscos, crustáceos y derivados Todos los pescados, mariscos, crustáceos y derivados frescos y congelados sin rebozar.

Conservas al natural o en aceite.

Conservas de pescado.

Patés.

Pescados  empanados, enharinados o con salsas con gluten.
Huevos y derivados Huevos.    
Aceites y grasas Aceites vegetales, mantequilla, margarina, manteca de cerdo.    
Miscelánea Azúcar, miel, café en grano o molido, infusiones, refrescos, vinos, bebidas espumosas, sal, vinagre de vino, especias en rama y grano y todas las naturales. Caramelos, gominolas, sucedáneos de café, bebidas de máquina, helados, sucedáneos de chocolate, colorante alimentario. Productos manufacturados en los que en su composición figuren harinas en cualquiera de sus formas (almidones, almidones modificados, féculas, harinas y proteínas).

Bollos, pasteles y otros productos de pastelería.

Galletas, bizcochos.

Pasta italiana.

Bebidas malteadas, bebidas destiladas o fermentadas a partir de cereales (cerveza, agua de cebada, algunos licores).