¡El ejercicio físico ayuda a mantener cuerpo y mente en forma!
Muchos países europeos están incorporando en los contratos con sus trabajadores, la obligación de que realicen una práctica deportiva o ejercicio físico dentro de su jornada de trabajo, al menos 2 y 3 días por semana, para mejorar su rendimiento laboral.
En la vida cotidiana de cualquier persona ocurre lo mismo. A nivel físico, ayuda a llegar mejor al final del día y nos permite prepararnos para desarrollar las actividades de nuestra vida diaria con menor esfuerzo, favoreciendo la prevención de posibles lesiones. A nivel psíquico, contribuye a tener la mente despejada y tranquila mejorando así la toma de decisiones, ayuda a mantener buenas relaciones familiares y sociales, mejora la conciliación del sueño, etc…
En el caso de mujeres embarazadas, el hecho de que realicen un ejercicio físico suave, les ayudará a tener su espalda con buena movilidad y más fuerte para poder soportar el peso del niño a medida que va creciendo en el vientre materno, también es importante que fortalezcan los brazos para ser capaces de cargar a su hijo después de dar a luz.
El ejercicio que las embarazadas deben realizar es aquel que les guste y lo puedan desarrollar de manera constante antes, durante y después del embarazo. Durante el tiempo que la mujer se encuentra en estado es interesante el combinar la práctica de pilates adaptado a embarazadas, gimnasia hipopresiva, RPG, clases de estiramientos, natación o actividades en el agua y caminar diariamente.
Lo que deben evitar son aquellos ejercicios, tales como abdominales puros o ejercicios de alto impacto, que hagan aumentar en exceso la presión en abdomen y pelvis menor.
Es fundamental que la paciente lleve buenos hábitos alimenticios supervisado por su médico y/o especialista en Nutrición, cumplir al menos 7 horas de sueño productivo al día, estar pendiente de tener buenas posturas para evitar otras dolencias físicas no relacionadas con el embarazo y evitar el consumo de tabaco y/o alcohol.
Es útil complementar el ejercicio físico terapeútico con un tratamiento de fisioterapia, osteopatía o terapia manual ortopédica en casos que la paciente presente dolores lumbociáticos de repetición, molestias en pelvis menor y/ región costal. Preparar el suelo pélvico con tratamiento perineal para mejorar elasticidad y fuerza para intentar evitar desgarros o la posible episiotomía durante el parto, si existen problemas de incontinencia urinaria, prolapsos (grado 1) o dolor en relaciones sexuales (dispareunia o vaginismo), también si ha habido una cesárea previa es recomendable tratar esa cicatriz. El drenaje en miembro inferior mejora la sensación de piernas cansadas y la acumulación de líquidos a la vez que la paciente utiliza a diario medias compresivas y una correcta alimentación.
En nuestro centro realizamos un trabajo multidisciplinario para pacientes embarazadas, trabajando en equipo el servicio de Nutrición, Fisioterapia y expertos en ejercicio físico terapeútico.
Esperamos que este artículo os haya sido útil. Para cualquier consulta sanitaria, consúltanos y te asesoramos sin compromiso.