¿CON QUÉ FRECUENCIA DEBO IR AL FISIOTERAPEUTA?

 

La pregunta del millón, “¿Cuándo debo acudir al fisio?”. La tendencia actual para acudir al fisioterapeuta suele ser cuando tenemos dolencias agudas o para mantenimiento de otras enfermedades crónicas, pero esto no tendría por qué ser así.

Lógicamente es importante ir al fisio cuando existen molestias y dolores del sistema musculo-esquelético (entre otros) que nos impidan realizar las actividades de la vida diaria con dificultad, pero ¿y si nos anticipamos a esos dolores?

Según la definición de la Asociación Española de Fisioterapeutas (A.E.F.) “La Fisioterapia es el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan, previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud”.

Como vemos, la definición de Fisioterapia incluye el término de “prevención”. En general la prevención sanitaria en nuestra sociedad está poco valorada por lo que damos mayor hincapié a la recuperación de la salud una vez estamos enfermos y esto no debería ser así. La prevención en fisioterapia debería ser una actividad a realizar al menos una vez al mes para prevenir sobrecargas musculares, inestabilidades articulares, deformaciones u otras patologías de nuestro cuerpo. Aunque aparentemente esto pueda parecer una inversión económica mayor, en un futuro no solo estaremos evitando la aparición de patologías de diferente índole, sino podemos estar ahorrando dinero ya que cuando aparecen molestias y dolores debemos acudir al fisioterapeuta con mayor moderación para recuperarnos, lo que conlleva mayor gasto capital.

 

Cuando nos encontramos con alguna afectación musculo-esquelética (tendinopatías, esguinces, sobrecargas musculares…) la cosa cambia. En estos casos debemos acudir al fisioterapeuta con mayor frecuencia hasta solventar nuestro problema. Raramente este suele solucionarse en una sesión de fisioterapia, por lo que deberemos acudir al menos una vez a la semana (añadiendo la realización de ejercicios en casa) hasta que el problema ceda.

En el caso de ser una patología de carácter crónico (artrosis, fibromialgias, tendinopatiás crónicas…) no es necesario ir al fisioterapeuta tan a menudo, pero sí que es recomendable acudir a este en etapas de mayor dolor o cada dos o tres semanas para frenar el avance de la enfermedad.

 

Pablo Sanz Gómez