Mi hijo no habla bien. ¿Qué hago? Dislalia.
En esta nueva entrada me gustaría hablar de un tema que aparece muy a menudo en el habla de los niños y puede ser motivo de preocupación para los padres.
Las dislalias son alteraciones en la articulación de los fonemas que se presentan muy frecuentemente en los niños mientras se produce el proceso de adquisición y desarrollo de su lenguaje. Aparecen cuando el niño/a no logra articular correctamente un sonido. Existen distintos tipos de dislalias, produciéndose sustituciones de un fonema por otro, omisiones (cuando el niño evita decir el sonido que le causa dificultad), distorsiones (cuando el niño no articula el fonema claramente), etc.
Estas dificultades pueden estar causadas por dos motivos principales:
- Alteraciones en los órganos del habla (en este caso se llama Dislalia orgánica o Disglosia, en la que pueden aparecer malformaciones en los labios, lengua, paladar…)
- Mal funcionamiento de los órganos articulatorios. Este es el caso más común de dislalias, y se debe a que los niños no consiguen articular algún fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico.
Como hemos dicho anteriormente, se presentan en edades tempranas, aunque algunas de ellas se deben al desarrollo normal del lenguaje. A modo de ejemplo, la dislalia más común en los niños es el rotacismo (mala pronunciación del fonema /r/), pero este fonema se adquiere aproximadamente a los 5 o 6 años.
Las principales señales que pueden alertar a los padres sobre la presencia de una dislalia son:
- El retraso en la adquisición del lenguaje
- La imposibilidad de repetir y reproducir sonidos
- Ciertas anomalías auditivas
Recomendaciones del logopeda ante la sospecha de dislalia:
- Utilice un lenguaje claro y sencillo para hablar con su hijo, sin infantilizarlo y aportando el modelo adecuado.
- Amplíe sus expresiones para que sus frases sean más extensas y completas
- Lea con su hijo, ofrézcale distintas oportunidades para que amplíe su vocabulario
- Aproveche cualquier ocasión para hablar con su hijo: paseos, la hora del baño, durante la comida…
- Cuide la alimentación, ya que la masticación de alimentos sólidos fortalece los músculos de la cara y boca, favoreciendo el desarrollo del lenguaje.
- Y lo más importante… no abrume al niño pidiéndole una articulación correcta, nosotros podemos ayudarle.
Desde el servicio de Logopedia de la clínica Ámaco Salud, recomendamos acudir a una consulta de Logopedia para que nuestra profesional pueda valorar su caso, identificar las causas de la dislalia y elaborar un protocolo de actuación personalizado y acorde a las necesidades de su hijo.
Para más información, puede consultar en el servicio de Logopedia de Ámaco Salud.
María Cordero Benito,
Graduada en Logopedia.