El aceite de palma es el aceite más utilizado a nivel mundial, por delante del aceite de soja y de colza. Se obtiene a través del fruto de la palma africana o aceitera (Elaeis guineensis) cultivada en países tropicales, y se ha convertido en la grasa más utilizada tanto en la industria alimentaria como cosmética al tratarse de una materia prima más económica. Su excesiva producción ha traído consecuencias medioambientales fatales, tales como deforestación de bosques tropicales, muerte de ciertos animales exóticos, etc.

 

La sobreproducción del aceite de palma, se debe a que se trata de un aceite más económico y sobre todo a su gran versatilidad.

  • En el campo de la alimentación gracias a que se trata de una grasa sólida a temperatura ambiente pero de textura sedosa y untuosa permite remplazar a la mantequilla y a las grasas hidrogenadas de muchos alimentos procesados, además es un aceite muy estable que no se oxida ni se enrancia fácilmente características muy demandas para la industria. Además mantiene sus propiedades a temperaturas elevadas por lo cual es utilizado en alimentos que se van a freír o conservar a temperaturas más altas. Se puede encontrar en platos preparados, helados, salsas, margarinas, galletas, bollería, pizzas, chocolates, snacks, pastillas de caldo…
  • En el sector de la cosmética su reducido precio la hace primera opción frente al uso de otros aceites más caros como el de coco o el de soja. Podemos encontrarlo en cremas, jabones, pastas de dientes, champús, gel de ducha…
  • También es utilizada para la producción de biodiesel.

 

En cuanto al impacto nutricional que tiene el aceite de palma cabe destacar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un estudio realizado sobre 23 países, encontró  relación significativa entre el consumo de aceite de palma y la muerte por cardiopatía isquémica ocasionada por arteriosclerosis en las arterias coronarias. También se ha encontrado relación entre el consumo de aceite de palma y el aumento de los niveles del colesterol LDL, así como el aumento de la tasa de obesidad y enfermedades crónicas tales como Diabetes Mellitus tipo 2. Además tiene efecto carcinógeno y genotóxico no sólo debido a su composición sino también a los procesamientos que debe sufrir el aceite de palma para mejorar su olor y sabor  y eliminar su color rojizo. Diversos estudios epidemiológicos han encontrado relación entre su ingesta y un mayor riesgo de padecer cáncer mama, próstata y colon-rectal.

Desde Ámaco Salud, os dejamos algunos consejos para evitar el consumo o mejor dicho el abuso de este aceite. Desde hace varios años la normativa obliga a detallar su existencia en los productos, por lo tanto leyendo el etiquetado nutricional de los productos alimenticios podemos evitarlo. Si aparece “aceite o grasa vegetal “ sin especificar el tipo de grasa es mejor dudar, porque las cosas poco claras suelen esconder algo… También puede aparecer en el etiquetado de otras maneras tales como: grasa de palma, aceite de palmiste, manteca de palma, Elaeis guineensis, estearina de palma, sodium palmitate, ácido palmítico

En los cosméticos o productos de limpieza o hiegene también ha de venir su existencia detallada.

 

SHEILA MARTIN ARROYO

Especilista en NUTRICION Y DIETETICA HUMANA

Colegiado Número: CYL00121