Tratamiento del síndrome de dolor miofascial, puntos gatillo y punción seca

  • ¿Qué es el síndrome de dolor miofascial y qué es un punto gatillo?

El síndrome de dolor miofascial es el conjunto de signos y síntomas producidos por los puntos gatillo miofasciales. Un punto gatillo miofascial se define como un foco hiperirritable dentro de una banda tensa de un músculo esquelético. Es doloroso a la compresión y a otros estímulos mecánicos como un sobreestiramiento o un acortamiento mantenido. Los puntos gatillo pueden evocar un dolor referido característico, causar disfunción motora y otros fenómenos autonómicos.

Los puntos gatillo se clasifican de diferentes modos en función de su actividad clínica (activos o latentes), de su localización (centrales o insercionales) y de su jerarquía (claves o secundarios).

Los puntos gatillo activos y latentes son capaces de generar disfunción, pero sólo los activos son capaces de generar dolor referido de forma espontánea. Los puntos gatillo centrales se encuentran generalmente en la zona central o engrosada del músculo y los insercionales más cerca de su unión con el hueso. Los puntos gatillo claves son aquellos que son capaces de activar otros puntos gatillo (secundarios) en el mismo músculo o en otros músculos adyacentes.

  • ¿Qué activa un punto gatillo?

Existen diferentes mecanismos que pueden fomentar la aparición de puntos gatillo en la musculatura, se clasifican en mecanismos de activación directos e indirectos.

Mecanismos de activación directos Mecanismos de activación indirectos
Sobrecarga aguda o crónica Otros puntos gatillo
Traumatismo directo Enfermedad visceral
Acortamiento muscular Inflamación
Sobreestiramiento Degeneración o disfunción articular
Enfriamiento Radiculopatía
Factores psicológicos (estrés emocional)

 

  • Criterios diagnósticos de la existencia de un punto gatillo

Existen una serie de criterios esenciales que ayudan a confirmar la existencia de un punto gatillo activo, así como una serie de observaciones confirmatorias

Criterios esenciales Observaciones confirmatorias
Banda tensa palpable en músculo accesible Identificación visual o táctil de la respuesta de espasmo local
Dolor local a la presión del nódulo en la banda tensa Respuesta de espasmo local inducida por la inserción de una aguja en el nódulo sensible
Reconocimiento por parte del paciente de su dolor habitual al presionar sobre el nódulo sensible (para identificar un PGM activo) Dolor o alteración de la sensibilidad al comprimir el nódulo sensible
Limitación dolorosa de la amplitud de movilidad al estiramiento completo

 

  • Para saber más: como se forma un punto gatillo

Actualmente, la neurofisiología de los puntos gatillo miofasciales se explica a través de la hipótesis integrada, propuesta por Travell y Simons y actualizada en diferentes trabajos. Esta propone que una despolarización anómala (producida por una sobrecarga muscular o una carga excéntrica repentina conocida como sobreestiramiento) de la membrana postsináptica de las placas motoras provoca una crisis energética hipóxica localizada (aumento de sustancias sensibilizantes, liberación excesiva de acetilcolina, disminución del pH), que se asocia a arcos reflejos sensoriales mantenidos por mecanismos de sensibilización complejos (sensibilización central y periférica).

 

  • Tratamiento fisioterápico del síndrome de dolor miofascial

Como en todo tratamiento de fisioterapia, es muy importante realizar una buena valoración y una buena historia clínica que nos permita desgranar el origen de los síntomas y posibles factores que contribuyan a la aparición y/o perpetuación de los síntomas del paciente.

Una vez realizado esto, si estamos seguros de que nos encontramos con un síndrome de dolor miofascial, procederemos a el tratamiento en el que se incluye fundamentalmente el tratamiento de los puntos gatillo. Para ello, el fisioterapeuta puede optar por hacerlo de manera conservadora con técnicas de terapia manual, como la presión isquémica, estiramiento manual del punto gatillo, liberación de las fascias adyacentes al punto, estiramiento del músculo y ejercicios de autoestiramiento entre otras técnicas. También puede optar, si su conocimiento se lo permite, por técnicas invasivas por medio de la punción seca. Esta puede ser superficial o profunda en función del objetivo.

En una segunda fase del tratamiento (cuando se han tratado los síntomas) es muy importante que el fisioterapeuta dedique tiempo al tratamiento de los factores etiológicos y perpetuadores de este síndrome, ya que si sólo tratamos los síntomas y no la causa por la que se producen, el paciente volverá al poco tiempo con la misma dolencia.

  • ¿Qué es la punción seca?

La punción seca consiste en la introducción en el cuerpo de diferentes tipos de aguja a través de la piel, sin inyectar ni extraer sustancia alguna, usando tan solo el estímulo mecánico de esta inserción y los efectos que este estímulo provoque en el sujeto, con el objetivo de tratar diferentes patologías, hasta el momento su mayor desarrollo se está produciendo en el tratamiento de los puntos gatillo.

Existen diferentes técnicas de aplicación de la punción seca, las más utilizadas son la punción seca superficial y la punción seca profunda. El objetivo de la punción seca es inducir una respuesta de espasmo local en el punto gatillo. Esta respuesta involuntaria mediada por el sistema nervioso central nos indica que efectivamente nos encontramos ante un punto gatillo, por lo tanto, nos sirve también como confirmación diagnóstica.

Esta respuesta de espasmo local provoca una serie de reacciones mediadas por el sistema nervioso que inducen la disminución del dolor a través de un lavado de las sustancias sensibilizantes del punto gatillo, elevación del pH, laceración mecánica de las placas motoras afectadas y disrupción del círculo vicioso del circuito del punto gatillo miofascial, entre otros efectos.

  • Consideraciones de la técnica

Al ser una técnica invasiva, para la realización de esta técnica es fundamental el consentimiento verbal o escrito por parte del paciente para someterse a este tipo de tratamiento, ya que hay pacientes con fobia a las agujas o que simplemente no quieren someterse a un tratamiento invasivo por circunstancias personales.

La punción seca puede ser beneficiosa en el tratamiento de muchas dolencias, pero para ser realmente efectivos hay que dominar la técnica y saber las diferencias que existen a la hora de pinchar diferentes puntos gatillo dentro de un mismo músculo. Cada músculo tiene una manera de pincharse y a su vez cada músculo puede tener diferentes puntos gatillo que también se pinchan de una forma determinada.

Como toda técnica invasiva, conlleva riesgos inherentes a la propia técnica, pero un buen manejo de la técnica y un conocimiento preciso de las indicaciones y contraindicaciones de la técnica pueden minimizar estos riesgos al máximo.

  • Bibliografía

Toda la información de este texto está sacada de la siguiente referencia.

Mayoral O, Salvat I. Fisioterapia invasiva del Síndrome de Dolor Miofascial, manual de punción seca de puntos gatillo. 1º Edición. Editorial Medica Panamericana. 2017.

 

Texto redactado por SERGIO MARTIN RIVERA
Fisioterapeuta en ÁMACO SALUD VALLADOLID