Para conmemorar el día Europeo de la Logopedia que se celebró el pasado 6 de marzo, hoy queremos hablaros de la terapia miofuncional para que sepáis qué es y qué aplicaciones tiene.

La Terapia Miofuncional procede etimológicamente de los términos terapia (curación), mio (músculo) y funcional (función) por lo que la podríamos definirla como: “una terapia enfocada a la rehabilitación de la función de los músculos”. En el caso de la logopedia, nos centraremos en la musculatura orofacial.

Se entiende así Terapia Miofuncional como el conjunto de estrategias, métodos y técnicas de evaluación y tratamiento preventivo-rehabilitador cuyo fin es evitar y/o corregir las alteraciones funcionales del sistema estomatognático que se han producido por parafunciones o trastornos de origen orgánico y neurológico.

Las alteraciones que se producen a nivel óseo y muscular vienen determinadas por la estrecha relación entre las funciones neuromotoras (respiración, succión, deglución, masticación y fonoarticulación), la musculatura orofacial y el crecimiento y desarrollo de las estructuras orofaciales.

Gracias a esta conseguiremos algunos objetivos como:

  • Conseguir un equilibrio de la musculatura orofacial.
  • Compensar las estructuras óseas implicadas.
  • Crear nuevos patrones neuromotores de comportamiento.
  • Reducir o eliminar las parafunciones.
  • Mejorar la estética del paciente.

 

Se establece una correlación directa entre las funciones neuromotoras, la musculatura orofacial y las estructuras maxilofaciales. Por lo que en la actualidad es una de las disciplinas más demandadas dentro del campo de la logopedia.

A continuación os dejamos con sus principales campos de actuación:

  • Patologías funcionales como la deglución atípica, la respiración oral, la succión digital o labial.
  • Patologías neuromusculares como la disartria y la disfagia.
  • Malformaciones craneofaciales.
  • Trastornos neurológicos adquiridos como el Accidente Cerebro Vascular (ACV) o el Traumatismo Craneoencefálico (TCE).
  • Enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la Esclerosis Múltiple (EM) o la Enfermedad de Párkinson (EP).
  • Trastornos del neurodesarrollo como la Parálisis Cerebral Infantil (PCI).
  • Síndromes orgánicos como el Síndrome de Pierre Robin, Síndrome de Treacher Collin o el Síndrome Di George.
  • Trastornos de la voz.
  • Traumatismos postquirúrgicos como tumores de cabeza y cuello.
  • Alteraciones deglutorias en neonatos.
  • Síndrome de Apnea Obstructiva del sueño (SAOS).
  • Cirugía plástica reconstructiva.

 

Andrea Plana González

Especialista en Terapia Miofuncional y Logopeda en AMACO SALUD.